Antes que nada, quiero pedir disculpas a quien se pueda sentir ofendido por mis próximas palabras. En ningún caso es mi intención hacer daño a todas aquellas personas que ya de por sí, sufren lo indecible en una continua batalla contra graves enfermedades. Yo mismo he sufrido muy de cerca la pérdida de alguien a manos de una enfermedad cruel. Así que con ese conocimiento de causa, me atrevo a decir lo siguiente:
Hoy me salen los "lacitos rosas" hasta por las orejas, y estoy harto. Harto del cinismo de la gente, de la falsedad y la hipocresía. Harto de que la gente presuma de lo que no es. Harto de que en esta sociedad una imagen valga más que una verdadera buena acción.
El origen de los "lacitos" o de las "pegatinas" en favor de una causa, viene de cuando se recolectaban donativos por las calles a favor de la lucha contra esas enfermedades. Al que donaba algo, se le colgaba esa pegatina o lacito. Hoy la gente se cuelga lacitos como quien se cuelga medallas, por decir "Yo estoy en contra de ésta enfermedad", pero sin llegar a hacer nada que realmente ayude.
Me voy a construir un lazo multicolor bien grande, y me lo colgaré en la pechera con orgullo para decir que estoy en contra de TODAS las enfermedades. ¡Por supuesto que lo estás! ¿Quién en su sano juicio no está en contra de una enfermedad?
¿De qué sirve poner ese lazo en tu WhatsApp o compartir imágenes de lazos por el Facebook? DE NADA EN ABSOLUTO. Pero la gente lo pone para presumir, para ir "con la moda del día". Hagan algo de verdad útil y dejen de compartir esa basura. Donen dinero a favor de la investigación contra esas enfermedades, vayan a ayudar a los convalecientes para mejorar su calidad de vida, pero no presuman de lo que no merecen.
He leído por ahí que sirven para que si te cruzas con una persona enferma, esa persona vea en ti que la apoyas. ¿que la apoyas? ¿COMO? ¿LLEVANDO UN LACITO? ¡Menuda manera! Entra en su vida, ayúdala, consuélala, da parte de tu tiempo en hacer más llevadera su vida, o si no puedes, simplemente aporta algo de dinero que pueda acelerar el encontrar la cura. Pero por favor, no seamos hipócritas.
Un lazo no marca la diferencia. Una mano amiga SÍ. Un abrazo a tiempo, SÍ. Una palabra de apoyo, de ánimo o de consuelo, TAMBIÉN.
Dejemos de lado tanta parafernalia de cómo queremos que nos vean, y ahondemos un poco más en cómo realmente nos queremos ver a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario