Muchos dirán que es una película de acción más, una americanada con un tinte de irrealidad, pero realmente resulta ser un interesante metraje con un enfoque aparentemente nuevo y original. Las escenas de acción no son el centro de la película, sino su trama subyacente que desde el primer minuto de proyección nos sumerje en las vicisitudes de un agente especial, encargado de descubrir al culpable de un terrible atentado terrorista.
Aunque parezca raro, la película "dura 8 minutos". Pero no se asusten, ya que esos 8 minutos son revividos una y otra vez de diferente manera por el protagonista, y cada vez que reaparece va recavando más información del atentado y de su autor. De esta manera pretenden conocer su identidad y capturarlo antes de que lleve a cabo otro atentado mucho más terrible en el centro de Chicago.
La mayor parte del film se desarrolla en un tren en el que hay una bomba a punto de estallar. Nuestro protagonista, o mejor dicho, SU MENTE, toma posesión del cuerpo de uno de los pasajeros del tren para vivir sus últimos 8 minutos de vida intentando descubrir pistas que le lleven a desvelar la misterios identidad del terrorista. Todo ello mezclado con una trama de tintes románticos con otra pasajera del tren.
Esta trama del viajero temporal "reincidente", si bien no es novedosa por sí misma (recordemos títulos como "Atrapado en el tiempo", o la serie "Tru Calling"), sí lo es por su puesta en escena, ya que nuestro protagonista es enviado una y otra vez a ese tren por una "misteriosa" organización militar, y desde una cápsula achatarrada que recuerda mucho a la nave otra de conocida obra de ciencia-ficción "The Matrix".
En definitiva, una trama muy bien llevada, y con un final que resulta por momentos algo desconcertante, aunque definitivamente del agrado del espectador. Bastante recomendable, y por su equilibrada combinación de ciencia-ficción, acción, romance e intriga, será del agrado de toda la familia.
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